La agenda internacional en 2015 ha estado marcada por Cumbres Mundiales como la de Reducción del Riesgo de Desastres (RRD), Desarrollo Sostenible, Migración o Clima (entre otras) que llevan intrínseca la cooperación exterior. En 2016 está prevista la Cumbre Humanitaria Mundial (WHS) que, sin duda, supone una oportunidad única de forjar el futuro de la acción humanitaria. Sin embargo, la cooperación española ha sufrido, para algunos autores, tres derrotas: presupuestaria, política e institucional. Ha desaparecido de las prioridades de la acción exterior, salvo cuando se ha utilizado para conseguir un asiento en el CSNU o ha servido a otros intereses políticos como el Plan África. Es necesario que España se comprometa con la nueva agenda del desarrollo y con los ODS para hacer frente a los nuevos desafíos internacionales a través de la cooperación. Es el momento para alejarse del desmantelamiento y de los recortes en esta política y acercarse a las oportunidades que ésta ofrece como una vía digna, eficaz y rentable de posicionarse en el mundo y potenciar el desarrollo internacional.